25 abril 2010

LA FACTORÍA DE NOTICIAS


LA FACTORÍA DE NOTICIAS- Julio 2005
Por Daniel Héctor

El lado oscuro de la web

El ámbito de trabajo del periodista, en estos tiempos de concentración mediática y tecnológica, sufre grandes transformaciones, que lo llevan a ocupar la tarea de simple eslabón en una cadena de montaje.

Ilustración: Logan.


El periodista es una figura con mucho prestigio en la sociedad, debido al importante rol de representación social, que históricamente ha tenido este oficio.
Desde los tiempos en que las comunicaciones eran lentas y las noticias transitaban en barcos y carretas, le tocó al periodista la importante función de cronicar, analizar, contextuar y hasta escribir la historia de los pueblos. Tal vez por eso, esta es una actividad mistificada por la sociedad. La gente imagina al periodista como un aventurero y un buscador inclaudicable de la verdad.

Rodolfo Walsh en su triple condición de periodista, militante y escritor, representa más allá de las ideas, al icono del profesional honesto y comprometido con las causas justas, contrastando en el imaginario colectivo, con ese periodista “objetivo”, comprometido solo en su rol de complacer a la “clientela” y a los auspiciantes.

Sin embargo, esta visión romántica del oficio del periodista, está muy lejos de la realidad que les toca vivir hoy, a los profesionales de la información. Tiempos en que una segunda revolución industrial está cambiando frenéticamente la faz del planeta y, cuando la tecnología, la economía y la libertad de empresa, constituyen la Santa Trinidad que veneran extasiados los habitantes del mundo civilizado.

La aparición de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), facilitaron la denominada convergencia tecnológica (informática + telecomunicaciones + tecnología de redes), hecho que a su vez desencadenó la concentración económica del mercado de las comunicaciones, en unas pocas empresas a nivel planetario.

La palabra tiene dueño

En 1980, en la Argentina de la dictadura militar de Videla, se promulgó la ley de radiodifusión 22.285 (todavía hoy vigente), norma con un claro sesgo privatizador, ya que le permitía a las empresas privadas, la licitación de frecuencias de radio y televisión (patrimonio de todos los argentinos), y excluía expresamente de este reparto, a las organizaciones no comerciales: cooperativas y entidades de bien público, como así también a las empresas del periodismo gráfico.

En 1989, no bien iniciada la era Menem, esta cuestión fue debidamente atendida.
El diario Clarín (acorde con los tiempos) estaba interesado en expandir su actividad mediática y adquirir un canal de TV abierta, pero la 22.285 se lo impedía. Luego de cortas “negociaciones” con el gobierno justicialista, alcanzó su objetivo. Mediante un decreto, Menem introdujo reformas en la ley, que le permitieron a las empresas de la prensa gráfica, adquirir frecuencias radioeléctricas de radio y TV, así el gran diario argentino se hizo de Canal 13.

Las cooperativas y las organizaciones sociales sin fines de lucro, no tuvieron la misma suerte, aún hoy continúan excluidas, con sus derechos violados, lidiando en todos los estrados, en busca de una frecuencia radioeléctrica.

Estas reformas, dispararon la acelerada privatización de los medios de comunicación, en manos de grandes conglomerados comerciales, de capital nacional y transnacional (asociados), que aglutinaron a medios gráficos y audiovisuales (electrónicos), los llamados Multimedios.

Hoy, el mapa de los dueños de los medios en Argentina, es una intrincada telaraña de intereses entrelazados, con muy pocos protagonistas: el grupo Clarín, la españolísima Telefónica, el grupo Uno (Vila, Manzano, Mas Canosa), los grupos Hicks, CIE, Avila, Cisneros, y donde no faltan también oscuros personajes, como el banquero Raúl Moneta, el periodista Daniel Hadad o el ex político, devenido en empresario, José Luís Manzano.

Estos mastodontes mediáticos, abarcan en la actualidad, medios gráficos, de radio y TV, medios digitales, empresas de telecomunicaciones, fábricas de papel, productoras artísticas, agencias de noticias, proveedoras de Internet, pero quieren mas. Sus voraces estrategias expansivas y monopólicas no conocen límites, desde canjes con el poder político para conseguir legislación a la medida de sus intereses hasta elaborar campañas mediáticas para levantar o bajar candidatos políticos, para luego “negociar” las jugosas pautas oficiales. La enorme influencia social que ejercen los multimedios, generando opinión, marcando tendencias, instalando temas de debate, sumado a su gigantesco poder económico, hace que no solo puedan influir en las instituciones, sino que ellos, ya por si mismos sean “el poder”.

En este contexto social, político y económico, el entorno del periodista sufre profundas transformaciones. Su lugar de trabajo ahora esta en la línea de montaje de la factoría de noticias, como un eslabón más de esta cadena industrial.

El sensacionalismo y el dramatismo que venden, el info-entretenimiento (el show de la noticia), el instantaneísmo, o sea la velocidad en brindar la información, que priva sobre el análisis, para ganar tiempo y no perder la exclusividad (que convierten al notero en un mero intermediario entre el hecho y el receptor), la acumulación desmedida de información (como nuevo método de censura), la información sencilla, “cuidadosamente” seleccionada, estandarizada, (políticamente correcta y funcional al sistema), y expuesta siempre en consonancia a la línea, tendencia o intereses del medio; estas son algunas de las características del trabajo periodístico, bajo la impronta multimedia.

La rentabilidad ha tomado el control con mano de hierro, en las redacciones y en los estudios de radio y de TV. Al mismo tiempo, la diversidad y el pluralismo informativo van perdiendo terreno y, los pocos medios independientes son inviables y se convierten en piezas de museo. En consecuencia, el espectro de opiniones es cada vez más pobre y polarizado, en una sociedad convertida en rehén de las ambiciones económicas, de unos pocos grupos empresarios.

El quinto poder

La apropiación que están haciendo de Internet, cada vez más ciudadanos de todas las latitudes, significa una nueva tribuna para los periodistas, y también información “fresca” para un público necesitado de ella.

Los multimedios volcaron al formato digital sus medios tradicionales, diarios, revistas, radios y canales de TV on line, para captar el mercado internauta “convencional”, ofreciendo el mismo producto pero con distinto formato. Pero Internet como nuevo territorio, el tercer entorno (Javier Echeverría) impone nuevos parámetros en la comunicación. El viejo axioma que dice: “el transmisor determina todo y el receptor solo recibe”, deja de tener sentido, en un lugar en donde las comunicaciones son horizontales e interactivas. El receptor entonces, tiene oportunidad de participar en el proceso informativo, y de transformarse él mismo en transmisor. Comunidades de todo el mundo, están creando periódicos digitales, sitios, foros, portales donde vuelcan información aportada por todos los miembros del grupo.

Muchos periódicos electrónicos, ofrecen foros para comentar sus noticias, aportar datos y proponer temas, con tal fluidez y participación de la gente, que muchas veces, son más interesantes estos espacios que los contenidos. En los últimos tiempos a través de las populares bitácoras (weblog), infinidad de internautas se han transformado ellos mismos, en medios de comunicación. Pero el caso más emblemático lo constituye el diario digital surcoreano OhMyNews, que con una totalidad de contenidos aportados por la gente, empezó siendo un medio alternativo, y hoy, es uno de los más importantes y creíbles de ese país.

El cuarto poder ha colapsado, dice Ignacio Ramonet, ya no puede ni quiere cumplir con su histórica función de “perro guardián de la democracia”. Mientras tanto, gente de todo el mundo, está construyendo lentamente y con sacrificio, un quinto poder, para defenderse de los otros cuatro.

10 julio 2007


Lamento Boliviano

Como consecuencia de la ruinosa derrota que sufrió Bolivia, en la guerra contra el Paraguay (1932-1935), la corrupción e ineptitud del ejército y de la clase política, se exhibieron impúdicamente ante toda la sociedad,

Por Daniel Hector

Como contrapartida, se despertó un fuerte sentido nacionalista entre la oficialidad joven del ejército y amplios sectores de la sociedad. Luego de una larga huelga general, que finalizó en golpe de estado, asumió el coronel David Toro (1936), quien dio muestras de realizar algunas reformas sociales, e instaurar una suerte de estado socialista de derecha. Determinó intempestivamente la caducidad de la concesión petrolera a la multinacional Estándar Oil, acusándola de ser la instigadora de la guerra, con el fin de asegurarse importantes reservas petroleras. Esto significó una fuerte indemnización que el gobierno boliviano debió pagar a la empresa. En 1939, el nacionalista Germán Busch derrocó a Toro y fue elegido presidente, al asumir dictó un código de trabajo que establecía salarios mínimos, jornada laboral de 8 horas, descanso dominical, asistencia médica y demás, se enfrentó decididamente con la Rosca (la oligarquía minera y terrateniente junto a sus representantes). El 7 de junio firmó un decreto nacionalizando las minas, lo que significó su fin. Tras el dudoso suicidio de Busch, retornó la Rosca oligárquica al poder, de la mano del nuevo presidente electo, Peñaranda. En 1941 un grupo de diputados independientes y nacionalistas, liderados por Víctor Paz Estenssoro conformaron el Movimiento nacional revolucionario (MNR), que fue tildado de Nazi por los sectores liberales y de la izquierda. La segunda guerra Mundial asolaba al mundo, y la prensa aliada hablaba de un plan alemán para establecer su hegemonía en Latinoamérica. El MNR, fue acusado de ser parte de la conspiración y declarado ilegal. Una huelga de mineros en Catavi, en reclamo por mejoras en las condiciones de trabajo inhumanas de los mineros, concluyó en una masacre, con 400 trabajadores asesinados. En diciembre de 1943, un golpe cívico-militar llevó al poder a una junta integrada por miembros de logias militares ultra-nacionalistas y miembros del (MNR), presidida por el mayor Gualberto Villarroel. Este golpe es considerado una proyección del que llevó al poder al general Pedro Ramirez en la Argentina, organizado por una logia militar llamada Grupo de Oficiales Unidos (GOU), donde un joven coronel llamado Juan Perón había tenido activa participación. El gobierno de Villaroel, si bien aplicó medidas que tendieron a mejorar la condición social del indio y de los obreros, no atacó al problema central de la posesión de la tierra En un país donde coexistían dos formas de propiedad, las ancestrales comunidades agrarias (ayllu) y los grandes latifundios, la pequeña propiedad casi no existía. Cuando los indígenas reclamaron por tierra, ocupando haciendas ociosas para trabajarlas, fueron reprimidos violentamente, como sucedió en la masacre de Canchas en 1945.

Similar a lo sucedido en la Argentina, con la formación de la Unión Democrática, que aglutinó a sectores liberales, tradicionales, progresistas y de la izquierda, que enfrentaban a los sectores ligados al ejército y la iglesia, liderados por Juan Perón (acusados de ser nazis). En Bolivia se motorizó el Frente Democrático Antifascista, en donde confluían sectores de la rosca oligárquica, junto a los del partido comunista y de la izquierda.
La caída de Villarroel no se hizo esperar, en julio de 1946 estalló la rebelión. Convocadas las elecciones, fue consagrado Enrique Herzog, y con éste, otra vez la rosca al poder. Durante este gobierno sumamente antipopular, se sucedieron las mayores masacres obreras y campesinas, reinaron impunemente la represión, la censura, los asesinatos, los secuestros, las desapariciones, y en consecuencia las masas se radicalizaron aceleradamente.

En 1951 se llamó a elecciones, el MNR con Víctor Paz Estensoro como candidato a presidente, ganó holgadamente los comicios, a pesar de las condiciones fraudulentas en que se desarrollaron, ya que a los analfabetos, (la gran mayoría de la población) no les estaba permitido votar. Mediante un autogolpe, una Junta militar anuló el acto electoral.

El MNR, a espaldas del pueblo, entró en negociaciones con sectores del ejército que le eran afines para planear un contragolpe, la conspiración fracasó. Al observar impávidos la impotencia de sus dirigentes, las masas espontáneamente decidieron tomar la delantera. El 8 de abril estalló la rebelión popular, el general Ballivián, enfrentó la revuelta y se produjeron los primeros choques sangrientos. Durante tres días la situación fue confusa, hasta que las masas ganaron la calle, los mineros a la cabeza y miles y miles de trabajadores, poniéndole el pecho a las armas del ejército. Los cartuchos de dinamita de los mineros eran el único y casi simbólico armamento. Mientras Estenssoro, negociaba con los militares, el pueblo tomaba por asalto los cuarteles, finalmente, los soldados apabullados se rindieron. El triunfo había sido muy costoso, se calcula que murieron alrededor de tres mil personas, pero por primera vez la dignidad de un pueblo americano, se había elevado como estandarte en la lucha por la liberación.En este contexto, Estenssoro regresó de su exilio en la Argentina y así el MNR inauguró su primer gobierno. Un gobierno tímido, que no estuvo a la altura de los tiempos históricos que le tocó vivir. Luego de algunos ensayos reformistas, Estenssoro solicitó socorro económico a los EEUU, y como era de prever, la potencia del norte le aplicó el consabido abrazo del oso.

Mientras estos avatares agitaban a Bolivia, el futuro comandante hacía su paso por ella. De acuerdo a las crónicas quedó muy impresionado al ver como un pueblo sometido, pero dueño de su identidad, combatía orgulloso y, derrotaba a un ejército profesional. Seguramente estas impresiones fueron de importancia, a la hora de su decisión de volver a pisar esta tierra, pero esta vez ya no, como un simple espectador, sino como: el Che, el soldado de América.

14 junio 2007

A 79 años del nacimiento del “Che”




Un 14 de junio como hoy, de hace 79 años, nacía Ernesto Guevara de la Serna, el legendario “Che”, el incansable luchador por la libertad de los pueblos latinoamericanos.

Curiosas circunstancias rodearon su nacimiento.

Se dice que sus padres viajaban desde la provincia de Misiones donde poseían un establecimiento rural, hasta la ciudad de Buenos Aires, para atender el parto en una clínica de esa ciudad. Pero el nacimiento se produjo antes de llegar a destino, el bebé nace en un hospital de la ciudad de Rosario. Celia de la Serna, su madre, cuenta que Ernesto nació el 14 de mayo de 1928 y que la partida de nacimiento había sido fraguada para evitar que salga a la luz el hecho que se había casado embarazada, algo que habría sido visto con muy malos ojos en la sociedad porteña de esos tiempos.

La muerte del “Che” esta enmarcada también por singulares acontecimientos.

En la década de los 60`, era motivo de preocupación para los servicios secretos estadounidenses, que la figura del Che se transforme en un icono contestatario, en la selva, o en una cárcel boliviana. Es sabido también que la lucidez ideológica del Che, molestaba sobremanera a la burocracia del Kremlin.

Su escabrosa muerte acaecida en la escuelita de la Higuera, ejecutada por manos de un militar alcoholizado; los marines norteamericanos rodeando la escena del crimen, la desaparición de sus restos mortales recién encontrados en el 2006; son hechos que pertenecen ya a la leyenda.
Sin dudas, Ernesto Guevara fue consecuente con su destino revolucionario en su nacimiento, en su vida y en su muerte.
Daniel Hector

29 enero 2006

el lado oscuro de la Web





Calidoscopio de la información

La escritura, la imprenta, el teléfono y la computación, son innovaciones tecnológicas que promovieron cambios fundamentales en la historia de la sociedad humana. El hombre, es arquitecto de herramientas que terminan creandole su destino
Por Daniel Hector
ilustración: Logan

El antiguo refrán que reza: “Una imagen vale más que mil palabras”, adquiere hoy una renovada vigencia, cuando la “cultura visual” invade intempestivamente todos los ámbitos de la sociedad humana. Un frenético e incesante bombardeo de imágenes, forjado a través de los medios de comunicación masiva (los mass-media), nos sobre-estimula, pero al mismo tiempo nos des-sensibiliza. El sentido de la vista, procesa excitadamente todos estos estímulos visuales, y los proyecta en nuestra “pantalla mental” ininterrumpidamente, aún cuando cerramos los ojos - en la vigilia - seguimos “mirando sin ver”.La percepción visual es, preponderantemente, el medio con el que los hombres se conectan y se entienden con el mundo.Los medios audiovisuales digitales (principalmente la oralidad mediática de la TV y ahora Internet) están ganando cada vez mas terreno frente a los medios escritos analógicos (diarios, libros, revistas).La parafernalia electrónica facilita la percepción, y constituye una verdadera interfase entre la realidad y la comprensión que tenemos de ella, las tecnologías se convierten así, en prótesis o extensiones de nuestros sentidos. Por esa razón todo lo que no esté contemplado dentro de la cobertura mediática, y que no haya capturado la “gran pantalla”, - no existe - para nuestra realidad.Una realidad que se hace cada vez más virtual, mientras la virtualidad de las imágenes se torna a su vez en hiper-real.El modelo de mundo que los ojos humanos encuentran ante el gran calidoscopio informacional, esta simplificado, normalizado y predigerido; aún así casi compulsivamente esta “opinión proyectada”, se transfigura en la “opinión personal” de las grandes masas.El zapping genera una falsa sensación de libre elección, cuando en realidad es la democrática posibilidad de elegir entre lo mismo.Las empresas audiovisuales de la comunicación, establecidas ya como instituciones sociales, se convierten en el centro de la vida cotidiana de los individuos, y en un entorno permanente para sus actividades, organizando sus rutinas, su economía, su conducta, disciplinándolos, advirtiéndoles de los peligros de la calle, conformando un modelo de comunicación (ultra vertical) que incomunica, aísla al ser humano de sus semejantes, genera desconfianza y autismo social.Giovanni Sartori sostiene que, profundas mutaciones genéticas están transformando al ser humano “homo sapiens” (acostumbrado al lenguaje simbólico y abstracto de la palabra) en “Homo videns” (que solo maneja el idioma concreto y sensorial de la imagen).Mientras los problemas de la humanidad cada día se tornan más complejos, el entendimiento humano cada día se empobrece más. El advenimiento de esta era del neo-burro digital, pone en el tapete una antinomia: la cultura tecnocrática de la pantalla (TV + computadoras) versus la cultura tecnofóbica de la palabra escrita. ¿Libros o alpargatas? ¿Civilizados o bárbaros? ¿Analógico o digital?
Soplando en el viento“A las palabras se las lleva el viento”, este dicho de la cultura popular, que curiosamente ni el viento ni el olvido se han llevado, nos hace sentir la imposibilidad de detener el sonido fugaz de las palabras, que una vez pronunciadas se disuelven definitivamente.En las sociedades antiguas cuando la lengua escrita todavía no existía y el lenguaje oral era el único medio de comunicación entre los hombres, la memoria era el lugar utilizado para almacenar los conocimientos.La información se organizaba según reglas mnemotécnicas, elaborando figuras rítmicas y rimadas que hacían fácil la repetición oral.El pensamiento y la memoria entonces estaban estrechamente entrelazados.La gran cantidad de energía empleada en la repetición y memorización, generaba sociedades conservadoras, poco afectas a los cambios e innovaciones y muy aferradas a sus tradiciones, que eran transmitidas oralmente de generación en generación.La escritura y el alfabeto, le brindaron al hombre una herramienta eficaz para acopiar sus saberes, una memoria artificial que memorizaba por ellos y los liberaba para la gran tarea de interpretar y reflexionar sobre el lenguaje y el mundo.El avance tecnológico que significó la escritura frente a la oralidad, generó duras resistencias y rechazos. Sócrates, el mayor sabio de la antigüedad, asumió el rol de gran defensor de la cultura oral. El ateniense no escribía, él practicaba un pensamiento vivo y en acción, amaba la palabra libre y sugerente, su método de llegar al conocimiento era a través del diálogo y en la “crisis” generada en la confrontación de las ideas (mayéutica).Querer apresar toda la fuerza de este verbo encendido, a través de la frialdad de la palabra escrita, significaba quitarle riqueza y matices a los múltiples conceptos expresados. La verdad solo puede residir en el pensamiento, repetir no es sabiduría, información no es saber, “la escritura es inhumana, y debilita el pensamiento y la memoria”.El difícil arte de codificar y decodificar el sonido de la voz humana, fue desarrollado por los escribas, que constituyeron castas que transmitían sus conocimientos secretamente, entre círculos cerrados y herméticos generación tras generación.No está demás decir que la escritura estuvo ligada de arranque, a los sectores de poder, (político, religioso, económico, militar), y que la usufructuaron para consolidar, extender y ejercer su poderío.La invención de la imprenta en el siglo XV, fue un hecho decisivo, la Iglesia y las monarquías, exclusivas depositarias del saber y la palabra escrita, sufrieron un fuerte deterioro en su hegemonía, cuando este “patrimonio escrito” se empezó a difundir e interpretar sin su control. Los libros esparcieron el conocimiento existente hasta ese momento, (acuñado en libros incunables), a un gran número de personas. Los lectores crecieron, y la difusión que posibilitó la imprenta, fue la levadura que gestó nuevos conocimientos que a su vez quedaron plasmados en nuevos libros.Al mismo tiempo nacía una nueva categoría de individuo, el analfabeto.Metidos de lleno en este tercer milenio, cuando la cultura digital lidera todos los procesos de la comunicación, cuando el libro, la prensa, el teléfono, la radio, el cine, la televisión, la informática conviven, y hasta se superponen, pero no se reemplazan; es necesario apuntar entonces que: 1.500 millones de habitantes del planeta no saben leer ni escribir, y viven en la cultura de la “oralidad”. Suponer la superioridad de la cultura escrita o mas aún la supremacía de la cultura digital, es considerar al 20 por ciento de la población mundial como seres inferiores y condenarlos a la categoría de ciudadanos de segunda clase, mejor es reflexionar y esperar que el desarrollo omnipotente de la técnica, no vaya de la mano de la ambición y la avaricia de los poderosos, no sea que la criatura tecnológica se termine convirtiendo en un Franskenstein digital.

08 septiembre 2005

propiedad intelectual



ilustracion: kiko del mar

Sonidos industriales


Por Daniel Héctor

La lucha entre las empresas culturales y la creatividad tecnológica acaba de comenzar.


Quedaron atrás los tiempos en que la música, la literatura o la pintura eran actividades improductivas, casi marginales o elitistas. A partir de la tan mentada globalización, la cultura o más propiamente las industrias culturales han logrado una fenomenal expansión. Ese adolescente, de oscuro ropaje y extraño peinado, que deambula sigiloso con su guitarra a cuestas, seguramente no esta queriendo cambiar al mundo, sino tan solo ingresar al luminoso y multimillonario negocio del rock.
La industria audiovisual genera grandes ingresos por exportación en Estados Unidos y algunos países europeos, que estimulan y protegen la actividad. Como sucede en otros rubros, en el discográfico la concentración no podía estar ausente, el noventa por ciento de los negocios pasan por manos de cinco multinacionales, las denominadas major: BMG, EMI, Sony, Warner y Polygram.
A pesar que la globalización tiende a uniformar el consumo de los mercados, en la música se da un fenómeno opuesto, diríamos regional o glocal, como dicen los sociólogos, ya que en Latinoamérica existe el predominio del gusto del público por la música nacional en castellano, por sobre la extranjera en inglés, pero los artistas famosos y que más facturan son manejados por las majors.
Cuando las discográficas nacionales (indies) generan un artista y un repertorio exitoso, como no cuentan con el capital suficiente que necesitan para producir y catapultar al artista al mercado global (edición del disco-video clip-programas televisivos-sitios Web-difusión-remeras-stickers-pósters) se asocian a una major y si el disco vende acabarán todos viviendo en Miami, que se ha convertido en la virtual capital de la cultura latinoamericana. Como se imaginarán, las multinacionales no invierten en vanguardias, en valores artísticos o en talentos ignorados, ellas solo apuestan a ganador, controlan el mercado e imponen modas, masifican sus productos tanto como sus ganancias. Los artistas son convidados de piedra a la hora del reparto, ya que cobran como promedio el tres o cuatro por ciento del valor de cada disco, mientras los contratos son sumamente ventajosos para las empresas que imponen sus condiciones en posición dominante y hasta se quedan con el control de la obra.

Música en la red
ilustración: logan
A fines del milenio pasado se desarrolló un formato de compresión de archivos de audio llamado Mp3, que hizo viable intercambiar música digitalizada con gran velocidad por la red. Los artistas nuevos o los no tan conocidos encontraron la posibilidad de difundir y comercializar sus obras sin intermediarios, apareciendo sitios (sites) en donde los internautas empezaron a intercambiar sus propios discos sin ánimo de lucro, como se hace en la vida diaria con libros, revistas y otras pertenencias, siendo los más conocidos Mp3.com. y Napster. Las discográficas pusieron el grito en el cielo cuando advirtieron que circulaba libremente su material, sin percibir dinero a cambio, iniciando a través de La Asociación de Discográficas Americana (RIAA) acciones legales. Un juzgado de Nueva York en el año 2000 atendió la demanda contra Mp3.com., quien debió llegar a un acuerdo con los demandantes: pagar una multimillonaria indemnización y empezar a cobrar un arancel para bajar música con derechos de autor, o sea es absorbida por la industria. El sitio Napster acosado, tuvo que cerrar en 2001.
La innovación es el oxígeno que respira la aldea informática, no bien cae Napster, brotan como hongos tras la tormenta infinidad de programas similares (Kazaa, Morpheus, iMesh, Emule y otros) que utilizan un sistema denominado P2P (peer to peer), diferente a Napster que tenía un archivo central. En el sistema P2P, el enlace se desarrolla de computadora a computadora, compartiendo los archivos que cada usuario tiene almacenado en el disco rígido de su PC. Esta modalidad se transformó en poco tiempo en una práctica masiva, solo en Estados Unidos hay alrededor de 65 millones de personas que bajan música, videos, imágenes, E-books (libros digitales) de la red.
La RIAA recurrió nuevamente a la justicia, para que se declaren ilegales a los proveedores y a los programas de intercambio de archivos, pero esta vez no les fue bien: en abril de este año un tribunal de apelaciones de California lo desestimó por unanimidad, basándose en un fallo histórico del Tribunal Supremo de Estados Unidos de 1984, que rechazó una demanda de las industrias cinematográficas de Holywood, que quería prohibir el uso de las videograbadoras, para que la gente no grabe películas de la televisión Al poco tiempo la venta y alquiler de videos se transformó en un negocio redondo para esas mismas empresas, que con su actitud mezquina y fundamentalista no pudieron preverlo.
La RIAA no cesa en su cruzada para acabar con lo que ellos llaman “piratería”, ahora presentaron unas 4 mil demandas contra personas mayoritariamente jóvenes, que bajaban música de la red y fueron identificados electrónicamente, no es mucho 4 mil contra millones y millones de usuarios en todo el mundo, probablemente este recurso disuasorio no tenga futuro. Por otro lado están usando sus aceitadas relaciones e influencias económicas con la administración Bush y los republicanos, para elaborar una ley que prohíba estas tecnologías amenazantes y que castigue expresiones a favor de la libre circulación de la información.

Con los músicos a otra parte
Muchos artistas consecuentes con su rol de músicos populares, se han puesto en la tribuna al lado de la gente, como David Bowie, Prince o la blonda Courtney Love quien ha dicho “ser pirata es robarle a la cultura y a los músicos que es lo que hacen las empresas”.
Hace unos días el cantante cuartetero “La Mona” Jiménez, lanzó un disco independiente que distribuye exclusivamente en un Hipermercado multinacional, a un precio muy económico, pero no se percibe en esto alguna intención ideológica, parece tan solo una estrategia comercial para que no se le escurran las moneditas de los pobres en manos del mercado de los discos truchos (microemprendimiento de desocupados).
Mas allá de otra limousine para “Charly”, de la enésima 4 x 4 para los empresaurios o del poncho número 20 mil para “La Sole” (aunque ya no luce esa prenda), el debate tiene mucho mas que ver con la libertad, pero no la libertad de utilizar la riqueza y el poder para fabricar la opinión y los gustos de la gente, porque de esa, de Gutemberg a esta parte tenemos demasiada.